Bread Crumbs

Hoy ha nevado. ¿Me acompañas?

No sé si alguna vez he hablado aquí de estos bosques, que son como mi segunda casa,

(pero sin el "como").

Creo que desde que vivo en Teruel, todo lo que he escrito o creado, ha nacido en algún

lugar entre los árboles. Mucho de ello ya lo he ido mostrando en este blog, otro mucho... me

lo guardo para más adelante.

Algunos de estos lugares son extraños y parecen no haber sido pisados nunca por nadie,

pese a que la ciudad se encuentre a una escasa media hora a pie.

Hablo de lugares en los que todo sonido es absorbido por el silencio, la nada, el vacío;

en los que no queda nada... más que unas pisadas sobre la nieve.

Y son esas pisadas las que van creando el mundo, conforme 

se van creando a ellas mismas.

Pues estos bosques son propicios para ello: son lugares de ausencias. ¿Y qué mejor lugar

para aprender sobre el todo? 

Aquí, la luz y la oscuridad se dan la mano: hunden las raíces y elevan las ramas.

Deja de tener sentido intentar diferenciar una cosa de la otra. 

Eso me ha llevado a descubrir umbrales misteriosos. Algunos con el tiempo, para bien o para mal,

los he traspasado. Y otros no sé si lo haré nunca.

Como sea, cada vez que dudo, vuelvo a estos bosques. En ellos, me convierto en nada, pero en esa nada que encierra el todo. 

En ellos, es imposible

dudar de nada... 

En ellos...

Algún día, en alguna ilustración, en alguno de mis cómics, hablaré como se debe

 de estos bosques.

Quizá, sin quererlo, eso sea lo que siempre he hecho.